Cambiar la caldera de gas

Algunas señales de que se debe empezar a pensar en cambiar la caldera de gas son las siguientes:

• La caldera sobrepasa los 10 años de antigüedad.
• Sufre averías o se producen fallos constantemente.
•  Su tecnología no es tecnología de condensación.
• El consumo de gas ha aumentado.
• Se está pensando en modernizar el sistema de calefacción completo incluyendo radiadores o suelo radiante.

Los costes de reparación y las elevadas facturas de gas pueden llegar a suponer un gasto notable, por lo que invertir en una nueva caldera más eficiente es una buena decisión, además de una inversión que se amortiza rápidamente debido a los ahorros que esto genera todos los meses.

Las calderas de gas de última generación tienen muchas ventajas que las calderas antiguas no tienen. Un buen ejemplo de ello son las calderas de condensación que, gracias a su sistema innovador de recuperación del calor latente, reducen el consumo de gas considerablemente. Esto las hace más eficientes, más respetuosas del medioambiente y más económicas que las calderas convencionales.

Otra ventaja de los sistemas modernos es que, tanto el agua como el espacio habitable, se calientan más rápido pudiendo tener agua caliente disponible al instante. Además, el mantenimiento anual necesario para tener una caldera eficiente y segura no es elevado y, en consecuencia, los costes son bajos.

En general, se puede decir que cambiar la caldera de gas trae consigo las siguientes ventajas:

• Mayor eficiencia energética, lo que conlleva una reducción de costes operativos.
• Mayor sostenibilidad ambiental.
• Funcionamiento y resultados más rápidos, logrando crear espacios sostenibles, confortables y rentables.

Todas las calderas de gas funcionan de manera similar. Sin embargo, las nuevas tecnologías han sido desarrolladas para ser más rentables y respetuosas del medioambiente. A nivel de tecnología de calderas de gas, se puede distinguir entre las calderas estándar, las de baja temperatura y las de condensación.

Calderas estándar. También llamadas calderas convencionales, son los modelos antiguos que trabajan con una temperatura de impulsión y retorno media de alrededor de 70°C. Es por ello que requieren grandes cantidades de combustible para su correcto funcionamiento, pues el material no está hecho para soportar condensaciones y puede corroerse.

Calderas de baja temperatura. Estas calderas trabajan con una tecnología que permite mantener la temperatura de retorno a 40°C sin que la condensación del agua de calefacción estropee el sistema. Ya que no necesitan mantener un nivel constante de temperatura, son regulables para adaptarse a las condiciones del edificio y temperatura exterior.

Calderas de condensación. Lo último en tecnología de calderas es la tecnología de condensación, la cual permite aprovechar el calor latente de los humos de combustión para conseguir un rendimiento energético aún mayor, lo que la hace la tecnología más eficiente hasta la fecha.

Con dos líneas de calderas de condensación, WOLF ofrece lo último en innovación tecnológica de alta calidad para todo tipo de espacios. La caldera de condensación a gas FGB es la solución idónea para espacios pequeños, mientras que las calderas de condensación de la gama CBG-2 son versátiles y adaptables a cualquier tipo de vivienda. Estas últimas, además, cuentan con tecnología de hidrógeno H2-Ready, que permite incorporar hidrógeno verde al suministro de gas de la caldera, reduciendo así las emisiones que produce.

Los usuarios que desean cambiar de caldera de gas pueden decidir entre 2 opciones:

• Grupo térmico.
• Caldera mixta.

Un grupo térmico ofrece las ventajas de un sistema centralizado en un espacio reducido. Dispone de un sistema de calefacción para calentar el hogar y la producción de ACS a través de un interacumulador incorporado. Ideal para viviendas donde hay puntos de consumos alejados de la caldera y es necesario una recirculación del agua caliente sanitaria. Un sistema que ofrece más confort y agua caliente al instante para pisos grandes e incluso para viviendas unifamiliares con un espacio reducido para la sala técnica.

Una caldera mixta también calienta la casa y produce ACS, pero el agua caliente sanitaria se produce mediante un intercambiador de placas integrado. Por lo tanto, ocupa muy poco espacio. Este equipo es perfecto para usar en pisos.

Las calderas de condensación no son la única solución de calefacción que ofrece eficiencia, rentabilidad y sostenibilidad.

Las bombas de calor, por ejemplo, son la alternativa más respetuosa del medioambiente pues utilizan la energía natural del ambiente para calentar el agua de la calefacción. Otra alternativa viable, para vivienda ubicadas en zonas en las que la temperatura en invierno en muy suave, es un sistema de ventilación doméstica de alta calidad como el sistema CWL-2, ya que usa tecnologías de recuperación de calor para mantener la vivienda a una temperatura agradable.

La combinación de tecnologías, híbridación, también es una interesante solución para lograr una mayor eficiencia energética, reducir aún más las emisiones de CO₂ y lograr espacios más sostenibles. La combinación de caldera de gas con bomba de calor es una alternativa respetuosa con el medioambiente que contribuye al ahorro de costes gracias al sistema de calefacción eficiente y que está alineada con los objetivos de electrificación planteados por la Unión Europea. Las soluciones de aerotermia como la FHA Monoblock y la CHA Monoblock de WOLF son bombas de calor versátiles y de muy buen rendimiento que se prestan a todo tipo de configuraciones híbridas.

WOLF está a la vanguardia de la tecnología, ofreciendo soluciones sostenibles de cara al futuro con combinaciones híbridas que cubren todas tus necesidades de calefacción, ventilación, aire acondicionado y ACS desde un sistema de regulación único. Echa un vistazo a nuestros Sistemas WOLF.

Antes de comprar una nueva caldera de gas, te recomendamos considerar algunos puntos. Aquí te presentamos una lista de los más importantes.

• Necesidades individuales de calefacción y/o agua caliente sanitaria.
• Condiciones y configuración de la vivienda.
• Potencia requerida en función del tamaño de la vivienda.
• Necesidades y costes de mantenimiento.
• Otros elementos necesarios para su instalación como el cambio de radiadores o de sistema de chimenea.

Al instalar una nueva caldera de gas, muchos consumidores incluso consideran el aislamiento térmico adicional para su vivienda familiar con el fin de reducir aún más los costes anuales. Si cambias tu caldera estándar a un modelo de condensación a gas, es posible que necesites también un cambio del sistema de chimenea a una chimenea moderna de plástico termorresistente o de acero inoxidable.

Dada la cantidad de factores determinantes a la hora de escoger una nueva caldera, recomendamos buscar la ayuda y asesoramiento de un profesional instalador cualificado. El instalador de calefacción no solo puede realizar el mantenimiento anual de la instalación de calefacción y el sistema de chimeneas existente, sino que también puede asesorarte a la hora de elegir el producto y adaptar la potencia calorífica de la caldera de gas elegid a tus necesidades personales.

Contacta con WOLF para obtener asesoría individualizada.

Cualquiera que quiera comprar una nueva caldera de gas puede beneficiarse de muchas ventajas, ya que el nuevo sistema de calefacción se amortiza en pocos años gracias a su eficiencia y bajo consumo.

También puede haber subvenciones y, por ejemplo, al combinarlo con energías renovables, se pueden reducir aún más los precios de sustitución de la caldera de gas. Un instalador experto puede ayudarte a decidir qué caldera o sistema híbrido es el que más te conviene. Encuentra a expertos WOLF en tu localidad.