Con estos 5 consejos podrás calentar tu casa de forma sostenible
Calentar tu casa de forma sostenible te permitirá ahorrar energía y costes. De esta manera, también reducirás las emisiones de CO2 que dañan el clima y contribuirás a la protección del medioambiente.
Posibles pérdidas de energía en casa
Para poder eliminar los posibles puntos débiles en la estructura del edificio existente, primero tienes que conocerlos. Una construcción antigua a menudo tiene superficies de material sin aislamiento y, por lo tanto, también fuertes pérdidas de calor.
Puesto que el calor se puede escapar, el sistema de calefacción tiene que trabajar más y consumir más energía. El gráfico muestra los posibles puntos débiles a través de los cuales un edificio puede perder energía.
Con un buen aislamiento térmico pueden reducirse las pérdidas de energía y, por tanto, también reducir la necesidad de energía de calefacción en el edificio.
En comparación con otras medidas, el aislamiento es costoso, pero reduce la demanda de energía alrededor de dos tercios. Para conseguirlo, debes elegir materiales de aislamiento con coeficientes de transferencia de calor bajos para:
- Fachadas
- Ventanas
- Techo
- Sótano
- Tuberías de calefacción
- Caldera
La ventilación periódica es importante para: un clima ambiente óptimo, la estructura del edificio y, sobre todo, para cuidar tu salud y la de los tuyos. No obstante, al ventilar se puede perder entre el 10 y el 20% de la energía de calefacción.
La ventilación controlada del espacio habitable con recuperación de calor es aún más eficaz y económica. Esto es particularmente interesante para las personas alérgicas, ya que se instalan los filtros adecuados.
La generación de energía solo es rentable si los costes de generación de la energía son mucho más bajos que los de consumo. La calefacción económica es posible con tecnología moderna y eficiente.
Para calentar de forma sostenible, se necesitan dispositivos con un alto grado de eficiencia. Esto se aplica, por ejemplo, a la tecnología de condensación. Además de las modernas calderas de condensación de gas, también existen las calderas de condensación de gasóleo, que hacen que el calor de los humos de la combustión se puedan aprovechar para el calentamiento.
Las calderas de baja temperatura calientan de forma aún más sostenible, ya que están diseñadas para bajas temperaturas de flujo. Gracias a las bajas temperaturas de funcionamiento, los equipos consumen menos energía. Al mismo tiempo, garantizan una distribución uniforme del calor en la habitación y levantan menos polvo.
Los sistemas de calefacción de condensación suelen combinarse muy bien con energías renovables como una bomba de calor o un sistema solar.
Estas combinaciones de sistema con calefacciones híbridas son particularmente útiles en edificios antiguos que están peor aislados. Una bomba de calor, por ejemplo, necesita temperaturas de impulsión bajas para poder funcionar de manera eficiente. Esto es posible con calefacción mediante suelo radiante o techo radiante y con un buen aislamiento térmico. Sin embargo, a menudo no pueden integrarse fácilmente en edificios existentes. En este caso la calefacción híbrida puede ser una opción interesante. Combinando la bomba de calor con una caldera de condensación de gas, por ejemplo, podrás beneficiarte de las ventajas de ambos sistemas de calefacción y, por lo tanto, aumentar la eficiencia.
En particular, el potencial de las energías renovables solo puede explotarse plenamente si también se almacena el calor generado. Por ejemplo, un sistema solar térmico genera agua caliente durante el día, especialmente en invierno, que luego se utiliza para calefacción.
Con un depósito de inercia de tamaño generoso, la energía se puede almacenar y usarse más tarde. De esta forma, el calor no se pierde y se puede utilizar cuando se necesite. Para el apoyo de calefacción se recomienda un depósito de inercia estratificado para almacenar la energía. Se puede unir varias tecnologías al depósito de inercia y así crear un sistema sostenible.
Si reduces la temperatura ambiente solo un grado, ahorrarás un 6% en costes de energía. Las siguientes temperaturas se consideran agradables:
- Sala de estar y estudio: de 20 a 22 °C
- Dormitorio: de 16 a 18 °C
- Habitación para niños: de 20 a 22 °C
- Cocina: de 18 a 20 °C
- Baño: de 24 a 26 °C
- Sótano: de 10 a 15 °C
Para calentar tus espacios de forma sostenible, debes bajar la temperatura ambiente, especialmente cuando no estás en casa. Puedes regular la temperatura automáticamente con válvulas termostáticas modernas y módulos de control totalmente automatizados, como la unidad de mando BM-2 de WOLF, que complementa nuestros Sistemas globales WOLF para hacerlos más inteligentes y facilitan su control en tiempo real, tanto a ti como a tu instalador.